Generalmente dedico los fines de semana a temas para recibir el Shabath, pero el próximo 22 de enero, el martes, los israelíes votamos. Quiero entre otras reflexiones homenajear a Rami Eljanan.
Rami Eljanan dice que va a votar por alguien que garantice la paz, es el padre de Smadar, su joven hija fue muerta en un atentado terrorista suicida palestino en 1997, a la edad de 14 años. Lo singular es que la recuerda en su página de Facebook junto Abir Aramin, asesinada hace 6 años atrás por una acción no esclarecida por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Abir tenía 10 años entonces.
El gobierno de Benjamin Netanyahu nos deja como legado la expansión de los asentamientos, la paralización de las negociaciones con los palestinos y la idea de la anexión de Cisjordania retorna como consecuencia de estas políticas acompañadas por el exitoso y prometedor extremista Bennett del partido Bait Ihudi, junto a otras circunstancias no ajenas a este contexto espurio. Aislamiento internacional, nacionalismo extremo, racismo hacia la minoría árabe, debilitamiento de la acción de la Corte Suprema de Justicia y la libertad de prensa; son parte del inventario de estos años del Likud y socios en el gobierno. Ya presto a sumar a Bennett en la nueva sociedad gubernamental después del martes 22 de enero (de 2013).
Mientras tanto, otro joven palestino muere en la semana en circunstancias del accionar de las FDI. Las políticas de expansión de asentamientos continúan como ingrediente de campaña, junto a un racimo de banalidades de candidatos desdibujados como opositores al bloque derecha-religiosos nacionalistas, salvo los definidos socialistas de Meretz, comunistas de Jadash- voto mayoritariamente árabe- y partidos árabes de Israel.
Eljanan, a pesar de su desgracia dijo siempre que el camino de la paz y la reconciliación debe ser permanente, debe aprovechar cada instante. Para él ésta es otra oportunidad, ya dijo en una ocasión que hay muchos que no están dispuestos a hacerse a un lado, que no están dispuestos a permanecer en silencio frente a la estupidez bárbara. Habló de los que están preparados a pagar un precio personal muy alto por su honestidad y decencia, de aquellos que se atreven a pararse delante de las excavadoras con coraje raro y sorprendente, los desobedientes que dicen no al militarismo omnipresente, de los Combatientes por la Paz que se deshicieron de sus armas en favor de la resistencia no violenta, y de los manifestantes decididos contra el terror.
Yo tengo también la certeza de que, con aquellos que conformen un correlato claro y contundente en el campo palestino, aprovechemos cada instante para caminar por el sendero de la paz y la reconciliación.
Yo me uno a los conceptos de Eljanan con la expectativa puesta en esta cita electoral, donde con este recuerdo, aparte de luchar por obtener un excelente número de mandatos, tengamos presente que debemos seguir trabajando luego, en cada momento y lugar de nuestra sociedad por nuestras convicciones de siempre: la paz y los derechos civiles.
Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel y militante por la coexistencia judeo-árabe. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel. Su trabajo está centrado en la investigación, la academia y la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles y humanos.