Por: Cristina Ávila-Zesatti - México
Cada vez que imparto los talleres sobre periodismo de paz, suelo retar al grupo con una historia que me contó mi padre cuando era pequeña, y que compartiré con ustedes al final de esta columna.
Esta pequeña historia-metáfora, ejemplifica perfectamente el sentido de Corresponsal de Paz, un medio digital enfocado a visibilizar todas esas historias de soluciones pacíficas que existen a lo largo y ancho del mundo; historias reales e inspiradoras que son, sin embargo, las grandes ausentes de los medios de comunicación convencionales
Corresponsal de Paz nació oficialmente en marzo de 2009, aunque la idea germinal comenzó en mayo de 2006, cuando fui estudiante del postgrado que me cambió la vida, en la Escola de Cultura de Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Durante 3 años, la idea de hacer un periodismo que construyera mundos en lugar de destruirlos, no volvió a abandonarme nunca más. Pero no fue sino hasta finales de 2007 que la propuesta de convertir la paz en noticia, encontró eco en una organización internacional dedicada (literal y metafóricamente hablando) a convertir en realidad los sueños de quienes pensamos que un mundo mejor y diferente es absolutamente posible.
Corresponsal de Paz existe gracias al apoyo incondicional de I with.org. Ellos son, al mismo tiempo y de muy diversas maneras, posibilitadores y generadores de paz en muchos puntos del planeta.
La realidad pacífica está ahí
Contar la paz para invocarla, para comprobar que existe; para inspirar y crear un efecto multiplicador utilizando las enormes posibilidades de internet, es desde hace 6 años el leit-motiv que impulsa mi carrera como periodista y mi propia vida personal.Antes de tomar esta opción, durante mi profesión he trabajado para grandes medios informativos como es la CNN y la NBC. Un paso previo que agradezco por el aprendizaje obtenido, pero que siempre me dejó la sensación de que ‘había algo que no encajaba’ con los cambios que yo deseaba lograr a través de mi trabajo periodístico.
Con la creación de Corresponsal de Paz, pude darme cuenta de que la otra realidad del mundo, una realidad pacífica y solidaria está ahí esperando ser vista, esperando convertirse en noticia; esperando que los periodistas sepamos enfocar la mirada.
En apenas 3 años desde nuestro nacimiento, hemos comprobado que los lectores están ávidos de esta información esperanzadora, que da cuenta de un mundo conflictuado, sí, pero que busca las salidas pacíficas.
Como siempre digo, no somos ingenuos ni ‘naïve’. Nosotros no contamos solamente las buenas noticias ignorando los conflictos subyacentes. Nosotros no inventamos ninguna de las historias que aparecen en Corresponsal de Paz, y todas y cada una de ellas, nacen de dolores reales y angustias palpables en la sociedad actual; lo que las identifica como ‘noticia’ en medio precisamente de un mundo aparentemente colapsado, es su capacidad creadora, su deseo de resiliencia, de transformar y transmutar un conflicto, para encontrarle una salida pacífica.
Payasos que llevan sonrisas como su aportación humanitaria a las zonas de guerra, madres capaces de poner a temblar a los poderes fácticos con reclamos no violentos para que sus hijos dejen de morir en enfrentamientos, jóvenes que abandonan su zona de confort para lanzarse a aventuras solidarias, médicos que devuelven la dignidad a mujeres castigadas por una sociedad machista y patriarcal, grupos de animalistas que buscan acabar con la barbarie y el maltrato, ecologistas decididos a salvaguardar el planeta aún a costa de su vida…
El etcétera es largo. Digan lo que digan los medios convencionales que con sus informes diarios nos cierran la perspectiva y nos matan la esperanza, lo cierto es que por cada conflicto o guerra, existen y siempre han existido, personas, grupos, instituciones y hasta gobiernos que han buscado cambiar el enfoque y terminar con el enfrentamiento.
El planeta está lleno de personas que han decidido cuidar una pequeña o gran parcela de los verdaderos intereses de la humanidad, aquellos que precisamente, son imposibles de ser tasados en precios, gratificaciones y monedas.
Un sueño posible: el poder de los receptores de medios
Corresponsal de Paz, es un medio que ha decidido insertarse fuera no sólo de las convenciones periodísticas, sino también y sobre todo, de las convenciones financieras actuales, pues estamos convencidos de que el actual sistema está sustentado –en muchísimos sentidos- sobre una dañina ‘economía de guerra’.
Esta iniciativa periodística sin fines de lucro, tiene actualmente un promedio de 16 mil lectores mensuales, que provienen de los 5 continentes. La cifra y los orígenes de quienes nos siguen, sin habernos apenas dado a conocer en las formas convencionales, son datos que nos impulsan a seguir, convencidos de que la gente necesita un periodismo distinto. Un periodismo con mirada más ética y que sea atreva a buscar –y encontrar- la existencia paz, aún en medio de la peor de las guerras.
La paz como evento noticiable en un mundo que está aparentemente colapsado por el odio y los desastres, es nuestra premisa periodística. Llevar a los titulares de nuestro medio digital conceptos tan olvidados pero tan necesarios como la compasión, la solidaridad, la esperanza y la resiliencia, es nuestra meta, una meta que retomamos con vigor renovado en este 2012.
A ti que has sido nuestro lector y seguidor durante este tiempo, queremos darte las gracias por ser un lector que busca la paz posible. Esta es nuestra mayor gratificación: que las historias aquí contadas, puedan inspirar y empoderar a quienes nos leen.
Alimentar cotidianamente al ‘lobo de la paz’, como dice la historia de mi padre que aquí comparto, es nuestra manera de contribuir, de conjurar interna y externamente a la violencia, para exterminar por fin al ‘lobo de la guerra’ que, –en mayor o menor medida- todos llevamos dentro… la decisión para el triunfo de uno u otro, comienza sin duda, en cada uno de nosotros.
Una pelea de lobos:
-¡Ah! El lobo que ganará esta pelea en mi cabeza, será aquél a quien yo decida alimentar más… |