En días pasados, el Palau de Pineda de la ciudad española de Valencia, acogió la presentación del documental “Colombia, la guerra que no existe”, dirigido por la realizadora alicantina Llum Quiñonero.
Una indígena wayú madre de dos hijos cuyo esposo fue asesinado por los paramilitares se ve obligada a desplazarse a Bogotá; una madre muere a causa de la tristeza que le produce el asesinato de su hija de 8 años; una abogada cuyo padre fue asesinado y su madre herida por disparos de bala ha sido amenazada y su vida corre peligro; una periodista es amenazada por defender el derecho a la información… estas son las historias de mujeres en fuego cruzado entre guerrilla, Ejército y paramilitares, mujeres que además, son despojadas de sus tierras…
El documental muestra el impacto del conflicto, especialmente en la vida de las mujeres colombianas, así como las violaciones de derechos a las que son sometidas en este país americano.
El trabajo audiovisual de Llum Quiñonero, en el que participan también ciudadanos y actrices que ponen voz y rostro a las representantes que viven bajo amenaza, constituye un alegato en favor de la paz, y un llamamiento al reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos de las mujeres en Colombia.
“En las mujeres recae la reconstrucción de la paz. Uno de los aspectos más importantes que he encontrado desde mi perspectiva de periodista en la realización del documental es la discusión en Colombia sobre la propia existencia de la guerra. Ahí, una de las víctimas más relevantes ha sido sin duda la información, que se ha convertido en un arma de primera línea. La guerra de los poderosos, de los que controlan la información, la tienen ganada porque mantienen el conflicto silenciado”, ha explicado la realizadora y autora del documental, Llum Quiñonero.
La guerra que ‘no existe’... y que sin embargo, destroza vidas
Este conflicto, no reconocido ‘oficialmente’, genera para las mujeres riesgos específicos basados en el género. Entre ellos, la violencia sexual ejercida por la fuerza pública, paramilitares y guerrilla; la problemática de las desplazadas que pone de relevancia la estrategia de usurpación de tierras que subyace al desplazamiento forzado de la población; y los ataques a las mujeres líderes y defensoras de derechos humanos y a sus organizaciones que son amenazadas, silenciadas o forzadas al exilio.
Con más de 4 millones de desplazados internos, Colombia el segundo país del mundo en número de desplazamientos forzados, y en el 75% de los casos que sufren este problema, son mujeres, niños y niñas las que se ven obligadas a abandonar sus lugares de origen.
La líder del movimiento de mujeres campesinas, negras e indígenas, exiliada en España, Leonora Castaño, ha invitado a los profesionales de los medios de comunicación españoles a trabajar desde la perspectiva de derechos humanos:
“Los movimientos sociales y de mujeres debemos establecer una alianza con los profesionales de los medios de comunicación que quieran trabajar por los derechos humanos y la solidaridad”, ha señalado.