Una nueva ley de medios en Fiji permite a funcionarios nombrados por el Gobierno decomisar arbitrariamente equipo y documentos de medios, obligar a periodistas a revelar sus fuentes y multar a organizaciones de medios con hasta 100,000 dólares de Fiji (unos 53,000 dólares norteamericanos), según informaron el Pacific Freedom Forum (Foro por la Libertad en el Pacífico, PFF), la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) y otros miembros de IFEX (Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión)
El Decreto de Desarrollo de la Industria de Medios, aprobado el 28 de junio pasado, podría además obligar a cerrar al periódico más antiguo y más crítico de Fiji, "The Fiji Times", de propiedad australiana.
El decreto aplica retroactivamente una regla que establece que 90% de una empresa de medios debe ser de propiedad local y las empresas sólo tienen un periodo de tres meses para cumplir.
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"The Fiji Times", fundado en 1869, ha intentado mantener su independencia a pesar de medidas de "emergencia" impuestas en abril de 2009 que prohibieron el reportaje crítico. Por ejemplo, el periódico ha sido censurado severamente por funcionarios gubernamentales por su negativa a publicar comunicados de prensa del Gobierno "literales", según "The Australian".
En una carta abierta al primer ministro Frank Bainimarama, RSF sugiere que el requisito de propiedad se redactó "específicamente para castigar a una publicación que se considera abiertamente 'negativa' al gobierno.
Revisión constante y un tribunal censor
Desde que se aprobaron las Reglas de Emergencia Pública en 2009, los censores gubernamentales han visitado estaciones difusoras y redacciones de periódicos diariamente para examinar las noticias y eliminar cualquier noticia que pudiera ofender al régimen militar ene l poder.
Las medidas se pusieron en vigor poco después de que el golpe de estado de 2006 fue declarado ilegal por el Tribunal de Apelaciones de Fiji.
Aunque el Gobierno de Bainimarama dice que los poderes de emergencia se derogarán, los miembros de IFEX y los críticos argumentan que el decreto afianza gran parte del control "temporal" sobre los medios y lo convierte en ley permanente.
El decreto también fue condenado por el ministro de Relaciones Exteriores Stephen Smith, el primer ministro de Nueva Zelanda John Key y la Asociación de Editores de Periódicos del Área del Pacífico.
Según la ley, seis funcionarios judiciales nombrados directamente por el régimen del líder militar Frank Bainimarama deciden cuándo un artículo o una noticia está "contra el interés nacional" o "crea discordia comunal". Y las decisiones tomadas por el tribunal sólo están sujetas a apelación en casos que acarreen multas de 100,000 dólares de Fiji.
Medidas absurdas que buscan generar la autocensura
El decreto incluye además exigencias represivas e incluso estrafalarias que dificultan mucho el trabajo cotidiano de los periodistas. Por ejemplo, ahora los periodistas están legalmente obligados a decir a una fuente a quien más están entrevistando para un artículo, aunque con frecuencia los reporteros sólo deciden a qué fuentes entrevistar a medida que se genera una noticia.
Los miembros de los medios se enfrentan a demás a dificultades para proteger sus fuentes, pues los periodistas que no dan a los autoridades los nombres de las fuentes anónimas pueden ser encarcelados por hasta dos años.
El presidente del Pacific Freedom Forum -PFF- Susuve Laumaea dijo que el nuevo decreto "en realidad busca deshacerse de los vigilantes". Agregó que el régimen militar "ahora vigilará y controlará quién dice qué en los medios de Fiji a través de una nueva estructura".
La copresidenta del PFF Monica Miller agregó que "el texto punitivo del cumplimiento de la ley contra empresas de medios de comunicación y periodistas que se niegan a cooperar elimina los beneficios que los redactores del decreto tenían en mente" y que la amenaza de un castigo amplio y raudo impuesto por las leyes llevará a los periodistas a autocensurarse.
Un archipiélago de 300 islas controlado por un hombre y la junta militar
Fiji es un país insular situado en el sur del océano Pacífico. Su geografía está compuesta por un archipiélago de más 300 islas, 110 de las cuales están permanentemente habitadas
Desde 1987, Fiji es una república que nació tras un golpe de estado en la que el poder ejecutivo pasó del gobernador británico a un Consejo de Ministros encabezado por un primer ministro.
La Constitución de 1990 fue redactada para que los nativos monopolizasen el poder político del país pero fue enmendada en 1997 permitiendo a los no nativos una mayor participación.
El Presidente - en la actualidad Epeli Nailatikau- es el jefe del estado, elegido por un Gran Consejo de Jefes, un ente con poderes bastante limitados salvo en caso de crisis.
Sin embargo, es el Primer Ministro, Josaia Vorege Bainimarama, quien realmente dirige todas las decisiones militares y de gobierno.