El Informe Raxen 2010 del Movimiento contra la Intolerancia advierte de que la crisis económica está alimentando de manera importante los prejuicios xenófobos hacia la inmigración, estimulados por grupos de la nueva ultraderecha, que se está forjando en los últimos años.
Durante la presentación del Informe, que se hizo junto al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha incidido en ello y ha pedido a los partidos políticos que "no caigan en la trampa del populismo xenófobo"
Diagnóstico de la situación
Con la irrupción de la crisis económica es un hecho el aumento del prejuicio xenófobo y el hostigamiento a la inmigración.
El rechazo latente a compartir situación e igualdad de trato en materia de empleo, sanidad, educación y otro tipo de servicio o atención asistencial se viene constatando en las encuestas oficiales de opinión y en numerosos incidentes de la vida cotidiana que apuntan conflictos de futuro.
Además, se añade la agitación y el hostigamiento xenófobo que impulsan grupos organizados extremistas que alimentan la intolerancia hacia la inmigración con consignas populistas del tipo “los españoles primero” y la intolerancia religiosa en su doble vertiente de islamofobia y antisemitismo.
La acción xenófoba en los últimos años ha recibido un fuerte estímulo por los resultados electorales en algunos países europeos como los obtenidos, entre otros, por formaciones ultraderechistas en Austria, Italia, Hungría, Holanda, Alemania y Suiza, que recogen una cosecha de votos y un apoyo populista xenófobo estimable, albergando esperanza para el objetivo más antidemocrático de vincular la crisis económica con la crisis del sistema, con la globalización y especialmente con los valores humanistas.
Mientras tanto, las acciones democráticas para impedir el crecimiento de la xenofobia no se hacen adecuadamente, ni en Europa, ni en España.
Sin entrar en valorar múltiples factores económicos, políticos y sociales que afectan a la convivencia y emergencia de actitudes de xenofobia, racismo u otras manifestaciones de intolerancia, el informe Raxen 2010 del Movimiento contra la Intolerancia destaca varios puntos importantes:
1.- Crecen socialmente las actitudes de xenofobia y otras manifestaciones de intolerancia frente a inmigrantes, gitanos y otros ciudadanos por motivos de diversidad religiosa y social, como así evidencian todos los datos del CIS y en especial, el Informe 2009 del OBERAXE de la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración.
2.- Se desarrollan grupos, plataformas y partidos marginales configuradores de una NUEVA ULTRADERECHA que agita, convoca manifestaciones y realiza sistemáticamente propaganda contra la inmigración y la diversidad, poniendo en peligro la cohesión y la convivencia en la sociedad democrática.
3.-Internet se ha convertido en un espacio privilegiado para propagar el odio, la discriminación y la violencia por motivos de racismo e intolerancia. Se crean Webs y Blogs, perfiles falsos en facebook, canales anónimos en youtube, usan los foros como espacios de agitación, se ocultan los IP y el anonimato facilita la impunidad. Se incita a la discriminación, odio y violencia de fácil acceso, alarmando a las instituciones de protección de los derechos humanos de la OSCE, Consejo de Europa y Unión Europea.
4.- Internacionalización del populismo xenófobo y de las actividades neofascistas. Mensajes y discursos miméticos de la ultraderecha xenófoba en Europa, campañas, reuniones y manifestaciones conjuntas, enlaces permanente por Internet, compromisos públicos de apoyo financiero, actividades semiclandestinas de organizaciones…todo apunta a una creciente coordinación contra la inmigración y la democracia a nivel internacional.
5.- Siguen produciéndose agresiones y hechos violentos por individuos racistas o grupos neonazis contra inmigrantes y otros ciudadanos señalados por su diversidad, así como a sus bienes o espacios religiosos. Si bien suelen ser puntuales, su persistencia en el tiempo y gravedad generan una profunda preocupación social. Mientras el Gobierno lo califica de “Tribus Urbanas” banalizando el problema.