La red es el escenario de una auténtica "ciber-guerra" entre censores y disidentes en la que destaca China como país con más censura en internet, hasta el punto en que se habla de la "cibermuralla china", aunque también preocupa la situación en Irán y Birmania a los eurodiputados, representantes del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y académicos que debatieron en la Eurocámara cómo defender la libertad de expresión en la red.
Según una información de los servicios de Comunicación del Parlamento Europeo, los interlocutores coincidieron en que el desarrollo tecnológico ofrece grandes oportunidades para la defensa de los derechos humanos, pero también pone en manos de los censores mejores instrumentos para silenciar voces ‘incómodas’.
"Internet es un medio público global", subrayó durante la reunión el ponente parlamentario del informe sobre gobernanza en internet, el eurodiputado español Francisco Sosa Wagner.
En la reunión, organizada por la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, participaron asimismo la presidenta de la comisión parlamentaria, la finlandesa de Los Verdes Heidi Kautala, y los representantes de Google, (Simon Hampton), Reporteros Sin Fronteras –RSF-, (Lucie Morillon), así como de Nokia Siemens Networks, (Barry French), entre otros expertos.
En el debate, Morillon de RSF habló de una ‘ciberguerra en internet’ en la que al cada vez mayor control de algunos gobiernos se contrapone la movilización de unos usuarios que cada vez cuentan con más recursos.
La representante de Reporteros sin Fronteras se mostró muy crítica con algunas compañías por "plegarse a las demandas de los censores", pero elogió "la valiente postura de Google" para terminar con la censura sobre los buscadores en China.
Tecnologías que sirvan para el avance, y no para el retroceso de los derechos
El representante de Nokia Siemens Networks, Barry French, admitió que su compañía proporcionó a Irán sistemas legales de interceptación en redes de telefonía móvil, un dispositivo demandado por muchos países, pero admitió que su empresa cometió un error al suministrar tecnología de seguimiento activo para centros de monitorización:
"Tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que las tecnologías que facilitamos se usan para apoyar, y no para atacar, los derechos humanos", declaró.
Simon Hampton, de Google, explicó que en China su sistema de correo electrónico (Gmail) sufrió sofisticados ataques, además de que su buscador fue objeto de censura y acusado de fomentar la pornografía.
Por esta razón, en marzo de 2010 la compañía decidió poner fin a su política de censura de las búsquedas en China y redirigir el tráfico desde el dominio chino google.cn al de Hong Kong, google.hk
"No se puede poner freno a la libertad de expresión en internet, ni a la innovación rompedora", dijo Hampton a los eurodiputados.
La ciber-muralla china
China centró asimismo gran parte de la intervención de Shiyu Zhou, del consorcio global por la libertad en internet, quien se refirió al país como el más claro ejemplo de ciberpolicía, bloqueo y filtrado de datos en la red, estableciendo un "muro de Berlín del siglo XXI" que se utiliza con fines propagandísticos y para adoctrinar, mal informar y perseguir:
"Probablemente, internet y la televisión vía satélite son hoy la mayor esperanza para la libertad global de información", aseguró.
A su vez, la eurodiputada popular lituana Laima Andrikienė, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del PE, subrayó que internet se ha convertido en un "importante motor de la protesta y movilización" y urgió a hacer usos de los mecanismos de la Organización Mundial del Comercio y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para trabajar por la libertad en la red de redes.
