El secretario general provisional de Amnistía Internacional ha celebrado los recientes esfuerzos que se han llevado a cabo en el mundo para acabar con la pena de muerte, pero ha advertido que se necesita hacer más para lograr el objetivo de abolirla por completo.
Claudio Cordone dijo a los delegados de la cumbre contra la pena de muerte celebrada en Ginebra que el colectivo de activistas estaba “ganando” la batalla contra la pena de muerte.
“El día en que veamos el final de la pena de muerte en todo el mundo está próximo. Debemos insistir hasta arrinconar la pena de muerte, junto al apartheid, la esclavitud y la tortura, como hechos vergonzosos de la historia de la humanidad”, dijo Cordone a los miembros del cuarto Congreso Mundial contra la Pena de Muerte.
En 2009, por primera vez en la historia moderna, toda Europa fue un territorio libre de ejecuciones. Burundi y Togo se convirtieron en los países número 94 y 95 respectivamente que han eliminado por completo de su legislación los homicidios cometidos por el Estado, y otros países redujeron, o detuvieron, las ejecuciones.
Entre ellos se encuentra Pakistán, que en 2009 no llevó a cabo ninguna ejecución, en comparación con los, al menos, 36 homicidios del año anterior.
Otros países que no llevaron a cabo ejecuciones en 2009 fueron Indonesia, India, Mongolia, Argelia, Bahréin, Marruecos, Túnez, Líbano y Jordania.
Sin embargo, la utilización de ejecuciones con fines políticos en Irán puso freno a este avance. China y Arabia Saudí también siguieron llevando a cabo ejecuciones frecuentes, y Arabia Saudí e Irán continuaron ejecutando a personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores de edad.
“No sabemos con exactitud cuántos miles de personas están siendo ejecutadas en China. Es un secreto de Estado bochornoso –ha señalado Cordone–.
Mientras, en Estados Unidos seguimos siendo testigos de grotescos incidentes, como la ejecución fallida de un hombre que obtuvo un aplazamiento después de que intentaran durante dos horas acabar con su vida. En la actualidad está a la espera de que se fije una nueva fecha.”
“Aquellos países que no cejan en utilizar un castigo tan espantoso se están aislando gradualmente de la comunidad internacional y se están convirtiendo en un foco de resistencia al que nos debemos enfrentar con mayor firmeza”, ha declarado Cordone, mostrando su agrado por la cooperación entre la sociedad civil, los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales en la batalla para librar al mundo de la pena de muerte.
Más de 1,900 activistas de más de 100 países asistieron al Congreso Mundial contra la Pena de Muerte celebrado en Ginebra a finales de febrero.