El pasado domingo, Laura Chinchilla Miranda, del Partido de Liberación Nacional (PLN), se convirtió en la primera presidenta en la historia de Costa Rica, nación en la que nunca antes una mujer había contendido por este cargo.
La socialdemócrata llegó a la presidencia de su país, tras obtener el 46.7 % de los votos, casi el doble de los que recibieron sus dos contendientes inmediatos, de los partidos Acción Ciudadana y del Movimiento Libertario, quienes alcanzaron 25.1 y 20.8 %, respectivamente, según datos emitidos por el Tribunal Supremo Electoral de ese país.
Con este triunfo, Chinchilla Miranda es la quinta mujer elegida presidenta en América Latina. La primera fue Violeta Barrios de Chamorro, en Nicaragua, en 1990, seguida de Mireya Moscoso en Panamá, nueve años más tarde. La tercera fue Michelle Bachelet, en Chile, en 2005 y Cristina Fernández de Kirchner, en Argentina, dos años después.
La representante del PLN nació el 28 de marzo de 1959, en San José, estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y cursó un máster en Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos.
Chinchilla labora desde 1990 como consultora en América Latina y África para distintos organismos internacionales en el ámbito de reforma institucional, judicial y de seguridad pública.
La costarricense ha tenido una activa vida pública, ha sido diputada, viceministra y ministra de Seguridad, de Justicia, así como, vicepresidenta de la república, este último cargo lo ocupó de mayo de 2006 a octubre de 2008, durante el mandato del también socialdemócrata Óscar Arias Sánchez.
Chinchilla Miranda renunció a la vicepresidencia para iniciar su campaña proselitista y aspirar a la candidatura presidencial, que ganó, este domingo, con amplia ventaja a sus contendientes, Johnny Araya, alcalde de San José, y el ex ministro de Seguridad, Fernando Berrocal.
La presidenta electa de Costa Rica llega a este cargo, luego de que en 1996 se aprobó y entró en vigor la ley de cuotas de género, en ese país, la cual establece que las mujeres deben tener un mínimo del 40 % de participación en cargos de elección popular, de acuerdo con Mujer y Política. El impacto de las cuotas de género en América Latina.
Antes de esta acción, que se aplica en 11 de 18 países de América Latina, en 1991 la participación de las costarricenses en el Congreso era de 12.3 %, porcentaje que aumentó paulatinamente hasta que en 2008, la presencia de las mujeres se situó en 36.8, según el texto, elaborado por Idea Internacional y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con sede en Chile.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, indica que Costa Rica es el tercer país de América Latina con una mayor participación femenina en el Congreso.
Además, ese país junto con Ecuador son los que han adoptado el porcentaje más alto en las cuotas de género, señala la investigación y análisis 30 años de democracia: ¿En la cresta de la ola? Participación política de la mujer en América Latina.
De acuerdo con el documento, esta acción positiva ha “marcado un antes y un después en los niveles de participación política de la mujer en la región, en la medida en que han acelerado un proceso de incorporación en las instancias de poder que se había caracterizado por su falta de dinamismo”.
Y es que después de que se establecieron las cuotas de género, la participación política de las latinoamericanas pasó del 14 al 20.5 % en promedio.
Sobre este tema, la recién candidata electa considera que el siglo XXI lejos de ser el siglo de la equidad de género, existen “enormes desafíos” pendientes en esta materia, no sólo en participación política sino, “sobre todo en el acceso a los derechos económicos y laborales”, declaró hoy a la emisora colombiana Radio Caracol.
Pues, recordó que “la pobreza en América Latina tiene rostro de mujer”.
En este sentido, Chinchilla Miranda señaló que Costa Rica “va por el buen camino”, sin embargo, es preciso reconocer que el combate a la pobreza, al igual que la equidad de género, representa un desafío, ya que un 20 % de las familias costarricenses están en esa situación.
Otros de los temas señalados por la futura presidenta de ese país centroamericano, como preocupantes son el clima de violencia y la seguridad ciudadana, dijo en la entrevista radiofónica.
Y añadió que “la lucha será muy dura, y tendrá que elevarse al más alto nivel de la Presidencia de la República para poder ganarla, con mucha valentía, mucha firmeza y mucha determinación”.