Una vez que se han abandonado casi todos los esfuerzos orientados a encontrar personas atrapadas bajo los escombros, Haití está preparándose para una masiva reubicación de los sobrevivientes del terremoto en las afueras de Puerto Príncipe, la capital del país.
Alrededor de 400,000 personas serán trasladadas a campamentos fuera de la ciudad. Ahora la ayuda humanitaria está intentando focalizarse en mantener vivos y a salvo a los sobrevivientes.
El número estimado de víctimas es de más de 200,000, los heridos son muchos más, y son alrededor de dos millones los que quedaron sin hogar.
Los que trabajan en la ayuda humanitaria continúan informando sobre la acuciante escasez de comida, abastecimiento y ayuda médica, además de que se teme que las terribles condiciones provoquen brotes de enfermedades infecciosas.
Los servicios de emergencia siguen realizando amputaciones a pacientes cuyas heridas no fueron tratadas a tiempo.

Un éxodo de heridos y personas sin rumbo fijo
De acuerdo con las evaluaciones realizadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) así como de otros cooperantes internacionales, existen más de 300 asentamientos espontáneos repartidos por toda la ciudad, y se estima que la cifra de personas que viven en ellos, sin tener acceso a agua, se eleva a 370,000 personas.
Hasta el momento en que pueda llevarse a cabo la distribución de tiendas de campaña, las láminas plásticas, los contenedores y las tabletas de purificación del agua se encuentran entre las principales necesidades de estas personas.
Tal y como explica Vincent Houver, jefe de la misión de la OIM: “Existen zonas residenciales completamente vacías. Los más pobres se han quedado en la ciudad pero son muchos los que han abandonado Puerto Príncipe, principalmente para ir a otras ciudades donde cuentan con familiares o amigos”.
Migración interna sin orden ni orquesta y promesas de ayuda
La segunda oleada de personas que abandonan la capital está compuesta por haitianos sin amigos ni familiares, que de cualquier forma tomaron la decisión de partir hacia ciudades que no tienen la capacidad de absorber estos movimientos.
Según han informado organismos humanitarios en el terreno, un gran flujo de supervivientes desplazados de la capital ha llegado a Miragoane, en el departamento de Nippes, mientras que otras 5,000 personas, entre los que se incluyen heridos, han alcanzado Grand Anse ya sea en barcos improvisados o en agotadores viajes por tierra.
Las oficinas de terreno de la OIM en Haití han informado de la intención de los gobiernos locales de establecer campamentos para albergar a las personas que han abandonado Puerto Príncipe.
Según cálculos de la OIM y otras organizaciones, cerca de 200,000 familias o un millón de personas necesitan refugio de manera urgente.
La OIM solicitó la semana pasada una cantidad inicial de 30 millones de dólares para, entre otras actividades, atender la provisión de refugio, ayuda no alimentaria, dar seguimiento a los desplazamientos internos, y establecer un programa de dinero por trabajo, que incentivará actividades necesarias en Haití, tal y como la retirada de escombros.
Hasta la fecha, la OIM ha recibido promesas de contribuciones por un total de 16.3 millones de dólares del Gobierno estadounidense (OFDA/USAID), del Organismo Sueco de Cooperación para el Desarrollo Internacional (SIDA, por sus siglas en inglés), del Fondo central para la acción en casos de emergencia de las Naciones Unidas (CERF, por sus siglas en inglés), de la Compañía colombiana de Cementos Argos, y de la Fundación Clinton.