Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de Europa y Asia confirman que se ha producido un aumento en el número de personas necesitadas de asistencia debido a la actual crisis económica mundial, especialmente en sectores que habitualmente no recurrían a la misma.
Las conclusiones de un estudio sobre el impacto humanitario de la crisis económica, basado en datos recabados por la Cruz Roja y la Media Luna Roja en 40 países, muestran que actualmente la mayoría de las Sociedades Nacionales han de luchar frente al doble reto que supone el aumento de las necesidades y la disminución de los recursos.
Las clases medias también están incluidas en esa lucha, en tanto que varias Sociedades de la Cruz Roja de países de la Unión Europea (UE) señalan que han aumentado las solicitudes de asistencia en efectivo.
Más de dos tercios de las Sociedades Nacionales de la UE han empezado a incluir los alimentos en los programas destinados a sus propios países, algo poco común de un tiempo a esta parte.
Mientras, las Sociedades Nacionales de Asia central afirman que los beneficiarios de programas de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja puestos ya en marcha, tales como enfermos de tuberculosis y damnificados por desastres naturales, hoy en día son mucho más vulnerables a causa de la crisis económica.
“En este estudio no se busca presentar estadísticas rigurosas del impacto de la crisis económica en los hogares. Se basa en lo que nuestros voluntarios y miembros del personal ven en las comunidades donde prestan servicios, lo que a menudo les permite detectar mucho más rápido los cambios de la vulnerabilidad que las encuestas formales. Expresamos nuestra preocupación por lo que percibimos como una vulnerabilidad en aumento y llamamos a los gobiernos a tomar medidas”, explicó Trygve G. Nordby, Subsecretario General de Diplomacia Humanitaria de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
Al menos el 75% de las Sociedades Nacionales que participaron en el estudio hablan de un significativo impacto social de la crisis en las personas más vulnerable, mientras un 95% vincula ese aumento de la vulnerabilidad al desempleo, principalmente, entre los jóvenes. Por ejemplo, la tasa de desempleo juvenil en Suecia asciende al 27.3%, una de las más altas de la UE.
Frente al surgimiento de nuevos grupos vulnerables, la Federación Internacional hace un llamamiento a los gobiernos con objeto de que revisen los criterios de vulnerabilidad en los programas sociales, lleven a cabo acciones sostenibles y concertadas, hagan frente a los problemas derivados de la crisis económica y realicen un seguimiento sistemático de la misma, por medio de evaluaciones propias.
En el informe también se advierte de que, si no se toma ninguna medida, la cohesión social de toda la región puede ponerse en peligro, debido a las crecientes tensiones relacionadas con el incremento de la vulnerabilidad y la competencia entre los grupos menos privilegiados por puestos de trabajo y servicios. Además, se pueden perder los importantes logros que, en términos de infraestructura y desarrollo, se han obtenido en los últimos años.
Aunque el impacto de la crisis económica varía, se advierte una creciente tendencia a la inseguridad, algo que redunda en un aumento de los trastornos de salud mental, el alcoholismo, la drogadicción, el aislamiento social y el estrés generalizado.
En el informe se sugiere que para abordar sin demora la creciente carga de casos de personas necesitadas, se podrían adaptar los programas en curso ampliando los criterios de elegibilidad para ayudar a nuevas categorías de personas vulnerables y dotar de recursos adicionales a las organizaciones existentes, de manera que éstas actúen junto con las autoridades en lo que respecta a suplir aquellas necesidades que esos programas no cubren.
A pesar de que las economías de toda Europa muestran signos de mejora, habrá un desfase hasta que el empleo se recupere y se reduzcan las consecuencias de la crisis. Se prevé que la situación será particularmente difícil durante el invierno 2009-2010.
Lee aquí el informe completo (en inglés)