El pasado 11 de agosto de 2009, la dirigente prodemocrática myanmara Daw Aung San Suu Kyi ha sido condenada a otros 18 meses de arresto domiciliario por un tribunal constituido en la prisión Insein de Yangón.
La líder del partido opositor Liga Nacional para la Democracia lleva recluida –mayoritariamente en arresto domiciliario– más de 13 de los últimos 20 años.
El tribunal declaró a Daw Aung San Suu Kyi culpable de violar las condiciones de su arresto domiciliario, después de que un hombre que no había sido invitado pasara dos noches en su casa a principios de mayo.
En virtud del artículo 22 de la Ley de Protección del Estado de 1975, el tribunal ha condenado a Daw Aung San Suu Kyi a tres años de cárcel, conmutados a 18 meses de arresto domiciliario, menos del máximo de cinco años de privación de libertad permitidos por la ley.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan, calificó de “vergonzosa” la sentencia, y añadió que “su detención, el juicio y ahora esta sentencia condenatoria no son más que una farsa jurídica y política”.
El primer periodo de detención de Daw Aung San Suu Kyi empezó en julio de 1989, cuando el gobierno de Myanmar intensificó la represión contra las protestas por la democracia que se habían iniciado un año antes en todo el país.
La orden de detención contra ella expiraba el 27 de mayo de 2009, pero fue detenida y juzgada antes de esa fecha. El juicio concluyó el 28 de julio.
“Las autoridades de Myanmar esperan que la comunidad internacional vea en una condena inferior al máximo permitido por ley un acto de indulgencia. Pero no lo es y no debe percibirse así, sobre todo en el seno de la ASEAN o de la Unión Europea. Daw Aung San Suu Kyi lleva recluida más de 13 de los últimos 20 años, pero, en realidad, nunca debería haber sido detenida. La única solución aceptable es su liberación inmediata e incondicional”, señaló Irene Khan.
Daw Aung San Suu Kyi es una de los más de 2,150 presos políticos de Myanmar. Amnistía Internacional la considera presa de conciencia. El 27 de julio de 2009 la organización le concedió el premio Embajador de Conciencia 2009.
La condena contra Daw Aung San Suu Kyi se ha dictado en un contexto en el que las fuerzas armadas cometen continuamente violaciones de derechos humanos contra civiles pertenecientes a minorías étnicas.
A principios de junio, el ejército de Myanmar lanzó ataques y capturó a civiles de etnia karen para someterlos a trabajos forzados en el estado de Kayin.
Debido a estos ataques, más de 3,500 personas han huido para refugiarse en Tailandia.