
Elaborado por el Subcomité sobre Babilonia del Comité Internacional de Coordinación de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural de Iraq (CIC-Iraq), este documento proporciona una evaluación técnica exhaustiva de la situación actual del célebre sitio arqueológico. Comprende una compilación de varios informes nacionales, así como las conclusiones de las dos misiones de inspección más recientes, efectuadas por miembros del Comité en 2008 y 2009.
“Habida cuenta de la importancia histórica y arqueológica de Babilonia, las recientes imputaciones relativas a los deterioros causados al sitio durante su ocupación militar revisten un carácter especialmente grave”, dice Mohamed Djelid, director de la Oficina de la UNESCO para Iraq. “El informe es de esencial importancia, ya que describe una serie de daños sobre los que existe un consenso internacional. Sin que se acuse a nadie en particular, ahora disponemos de una visión clara de la situación que ha de ser el punto de partida para afrontar el importante problema de la restauración y conservación del sitio”, añadió.
En una evaluación final, los expertos del organismo de la ONU aclararon que los daños también se produjeron antes y después de ese periodo.
Antes, debido a un proyecto gubernamental para restaurar la ciudad, que reconstruyó edificaciones antiguas, implantó modernas y comenzó a remodelar el paisaje con gran detrimento arqueológico para construir uno de los palacios de Sadam Husein.
Durante la guerra de 2003, sufrió saqueos, robos y destrucción en los museos dedicados a Hamurabi y Nabucodonosor, y en los archivos y la biblioteca de Babilonia.
El informe indica que los problemas que actualmente afronta derivan del descuido y falta de mantenimiento de los vestigios, y recomienda una serie de medidas, entre ellas, la elaboración de un plan de gestión del sitio.
Una ciudad histórica
Situada a unos 90 kilómetros al sur de Bagdad, la ciudad de Babilonia fue la capital de dos famosos reyes de la Antigüedad: Hamurabi (1792-1750 a.C.), a quien se debe uno de los primeros códigos legislativos de la humanidad, y Nabucodonosor (604-562 a.C.), el monarca que mandó construir los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las Siete Maravillas del Mundo.
El centro de la ciudad antigua cubre una superficie de 2,99 km2 y su recinto amurallado se extiende al este y el oeste del río Éufrates abarcando una zona de 9,56 km2. Clasificada como sitio arqueológico desde 1935, Babilonia fue objeto de excavaciones parciales a lo largo del pasado siglo, pero todavía quedan por descubrir muchos vestigios de la antigua ciudad.