Human Rights Watch y el Centro para la Defensa de Inmigrantes en Florida (FIAC), han pe
dido al nuevo gobierno de los Estados Unidos que contemple como prioridad principal las mejoras de los cuidados de salud que se brindan a personas inmigrantes detenidas, al constatar que el actual sistema de atención médica es "peligrosamente inadecuado".
En dos informes publicados la pasada semana, Human Rights Watch y el FIAC documentan numerosos casos en los que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pervirtió, demoró o denegó atención médica, ocasionando sufrimiento e incluso muertes.
El informe de 78 páginas de Human Rights Watch, "Detained and Dismissed: Women's Struggles to Obtain Health Care in United States Immigration Detention" ("Detenidas y descartadas: Las luchas de las mujeres para obtener cuidados de salud en la detención inmigratoria"), documenta decenas de casos en los cuales el personal médico del ICE no respondió en absoluto a los problemas de salud de mujeres detenidas o lo hizo sólo después de demoras considerables.
"Mujeres bajo detención describieron violaciones tales como el hecho de engrilletar a detenidas embarazadas o no dar seguimiento a señales de cáncer de mama o de cuello uterino, así como afrentas a su dignidad", dijo Meghan Rhoad, investigadora de la División de Derechos de las Mujeres de Human Rights Watch. "En vista de que la detención inmigratoria es la forma de encarcelamiento de más rápido crecimiento en Estados Unidos, estos abusos son especialmente peligros. En gran medida permanecen ocultos del escrutinio público y de una supervisión eficaz"
Las mujeres dijeron que tenían que luchar a fin de obtener servicios que podrían salvarles la vida, tales como pruebas de Papanicolaou para detectar el cáncer de cuello uterino, mamografías que detectan el cáncer de mama, atención prenatal, asesoramiento a sobrevivientes de violencia e incluso suministros básicos como toallas sanitarias o extractores de leche para madres lactantes. Los obstáculos a los servicios de salud incluían una comunicación inadecuada sobre los servicios disponibles, demoras inexplicables en el tratamiento, denegación injustificada de servicios, violación de la confidencialidad y el hecho de no transferir historiales médicos. Cuando a las mujeres se les negaban servicios, los mecanismos para quejas eran ineficaces.
Por otra parte el informe de 78 páginas del FIAC, "Dying for Decent Care: Bad Medicine in Immigration Custody" ("Muriendo por falta de atención digna: Mala medicina en la custodia inmigratoria"), identifica fallas fundamentales que han resultado en una respuesta deficiente, y algunas veces pavorosa, a los problemas de salud.
Éstas incluyen: falta de supervisión independiente para asegurar la calidad y eficacia de la atención médica a personas detenidas; demoras y denegación de cuidados; insuficiencia de personal cualificado; cuidado inapropiado de pacientes con enfermedades mentales y discapacidades físicas; problemas con la medicación; dificultad para acceder a historiales médicos; falta de intérpretes competentes y profesionales; conducta cruel y abusiva por parte de algunos miembros del personal clínico y penitenciario; centros insalubres y hacinados, además de la transferencia o segregación de personas detenidas como represalia por haber presentado quejas sobre la atención médica.
"Las tasas de mortalidad en la detención parecen estar empeorando" dijo Cheryl Little, directora ejecutiva del FIAC. "El ICE detiene innecesariamente a personas que padecen enfermedades graves y a quienes no representan daño alguno para comunidades en Estados Unidos. Esto eleva los costos del ICE pese a que la agencia proporciona una atención médica y de salud mental cada vez más inadecuada a personas bajo su custodia", añadió.
Información de contexto
Más de 300,000 personas estuvieron bajo custodia inmigratoria apenas en el último año. A la mayoría de los inmigrantes detenidos se le retiene en cárceles estatales y municipales contratadas por la agencia federal. Las mujeres constituyen aproximadamente el 10 por ciento de la población bajo detención inmigratoria. Las violaciones de las leyes inmigratorias son infracciones civiles, no penales; a las personas inmigrantes detenidas se les pone bajo custodia administrativa - no punitiva. En promedio, la permanencia bajo custodia es de 38 días, pero a algunas personas se les retiene durante meses e incluso años.
Según las normas internacionales, las personas detenidas tienen derecho al mismo nivel de atención médica que se brinda a la gente en la comunidad general. Sin embargo, la política de la agencia inmigratoria se centra en la atención de emergencia. En lo que respecta a visitas médicas fuera de los centros de detención, la política permite los cuidados no urgentes sólo si la falta de tratamiento "ocasionara deterioro de la salud de la persona detenida o un sufrimiento incontrolado que afecte su estatus de deportación".
Esta política existe junto a una serie de normas de detención que fueron recientemente modificadas a fin de incluir requisitos más detallados para los centros en relación con la atención médica. Las normas de detención modificadas entrarán en vigor en 2010.
"Las modificaciones recientes a las políticas por las autoridades inmigratorias contienen mejoras importantes, pero falta mucho por hacer para desarrollar políticas adecuadas, asegurar su aplicación apropiada y abrir el sistema de detención a una supervisión eficaz", aseveró Rhoad. "Las deficiencias en la atención médica afectan tanto a hombres como a mujeres, pero reparar el sistema requerirá un esfuerzo especial por identificar y atender las necesidades particulares de cuidados de salud de las mujeres bajo detención".

En dos informes publicados la pasada semana, Human Rights Watch y el FIAC documentan numerosos casos en los que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pervirtió, demoró o denegó atención médica, ocasionando sufrimiento e incluso muertes.
El informe de 78 páginas de Human Rights Watch, "Detained and Dismissed: Women's Struggles to Obtain Health Care in United States Immigration Detention" ("Detenidas y descartadas: Las luchas de las mujeres para obtener cuidados de salud en la detención inmigratoria"), documenta decenas de casos en los cuales el personal médico del ICE no respondió en absoluto a los problemas de salud de mujeres detenidas o lo hizo sólo después de demoras considerables.
"Mujeres bajo detención describieron violaciones tales como el hecho de engrilletar a detenidas embarazadas o no dar seguimiento a señales de cáncer de mama o de cuello uterino, así como afrentas a su dignidad", dijo Meghan Rhoad, investigadora de la División de Derechos de las Mujeres de Human Rights Watch. "En vista de que la detención inmigratoria es la forma de encarcelamiento de más rápido crecimiento en Estados Unidos, estos abusos son especialmente peligros. En gran medida permanecen ocultos del escrutinio público y de una supervisión eficaz"
Las mujeres dijeron que tenían que luchar a fin de obtener servicios que podrían salvarles la vida, tales como pruebas de Papanicolaou para detectar el cáncer de cuello uterino, mamografías que detectan el cáncer de mama, atención prenatal, asesoramiento a sobrevivientes de violencia e incluso suministros básicos como toallas sanitarias o extractores de leche para madres lactantes. Los obstáculos a los servicios de salud incluían una comunicación inadecuada sobre los servicios disponibles, demoras inexplicables en el tratamiento, denegación injustificada de servicios, violación de la confidencialidad y el hecho de no transferir historiales médicos. Cuando a las mujeres se les negaban servicios, los mecanismos para quejas eran ineficaces.
Por otra parte el informe de 78 páginas del FIAC, "Dying for Decent Care: Bad Medicine in Immigration Custody" ("Muriendo por falta de atención digna: Mala medicina en la custodia inmigratoria"), identifica fallas fundamentales que han resultado en una respuesta deficiente, y algunas veces pavorosa, a los problemas de salud.
Éstas incluyen: falta de supervisión independiente para asegurar la calidad y eficacia de la atención médica a personas detenidas; demoras y denegación de cuidados; insuficiencia de personal cualificado; cuidado inapropiado de pacientes con enfermedades mentales y discapacidades físicas; problemas con la medicación; dificultad para acceder a historiales médicos; falta de intérpretes competentes y profesionales; conducta cruel y abusiva por parte de algunos miembros del personal clínico y penitenciario; centros insalubres y hacinados, además de la transferencia o segregación de personas detenidas como represalia por haber presentado quejas sobre la atención médica.
"Las tasas de mortalidad en la detención parecen estar empeorando" dijo Cheryl Little, directora ejecutiva del FIAC. "El ICE detiene innecesariamente a personas que padecen enfermedades graves y a quienes no representan daño alguno para comunidades en Estados Unidos. Esto eleva los costos del ICE pese a que la agencia proporciona una atención médica y de salud mental cada vez más inadecuada a personas bajo su custodia", añadió.
Información de contexto
Más de 300,000 personas estuvieron bajo custodia inmigratoria apenas en el último año. A la mayoría de los inmigrantes detenidos se le retiene en cárceles estatales y municipales contratadas por la agencia federal. Las mujeres constituyen aproximadamente el 10 por ciento de la población bajo detención inmigratoria. Las violaciones de las leyes inmigratorias son infracciones civiles, no penales; a las personas inmigrantes detenidas se les pone bajo custodia administrativa - no punitiva. En promedio, la permanencia bajo custodia es de 38 días, pero a algunas personas se les retiene durante meses e incluso años.
Según las normas internacionales, las personas detenidas tienen derecho al mismo nivel de atención médica que se brinda a la gente en la comunidad general. Sin embargo, la política de la agencia inmigratoria se centra en la atención de emergencia. En lo que respecta a visitas médicas fuera de los centros de detención, la política permite los cuidados no urgentes sólo si la falta de tratamiento "ocasionara deterioro de la salud de la persona detenida o un sufrimiento incontrolado que afecte su estatus de deportación".
Esta política existe junto a una serie de normas de detención que fueron recientemente modificadas a fin de incluir requisitos más detallados para los centros en relación con la atención médica. Las normas de detención modificadas entrarán en vigor en 2010.
"Las modificaciones recientes a las políticas por las autoridades inmigratorias contienen mejoras importantes, pero falta mucho por hacer para desarrollar políticas adecuadas, asegurar su aplicación apropiada y abrir el sistema de detención a una supervisión eficaz", aseveró Rhoad. "Las deficiencias en la atención médica afectan tanto a hombres como a mujeres, pero reparar el sistema requerirá un esfuerzo especial por identificar y atender las necesidades particulares de cuidados de salud de las mujeres bajo detención".